Estimado señor presidente…

Estimado señor presidente, le saluda un joven ecuatoriano, si, de esos a los cuales usted ignora por decirle las cosas como son sin eufemismo alguno, estudiante de una universidad pública, sí, de esas a las que usted quiso disminuir el presupuesto de una manera arbitraria y anticonstitucional, hijo de una migrante que se encuentra haciendo patria en el exterior, sí, como aquellos que llegan a nuestro país buscando mejores oportunidades y usted ha repudiado con mensajes y medidas xenofóbicas. En pocas palabras, soy uno más de los tantos jóvenes de este país que están cansados de su pésimo gobierno, de sus mentiras y de su cobardía. El país despertó este 11 de abril con una noticia que ha estremecido a toda esa fracción del mundo que está comprometida en la lucha por una verdadera justicia. Los noticieros, en distintos medios de comunicación anunciaban enérgicamente que el gobierno de la República del Ecuador había rescindido del asilo político concedido hace seis años y diez meses a Julian Assange, asilo otorgado para defender sus derechos ante países que, no querían únicamente su extradición, sino también su cabeza. El motivo, el caso WikiLeaks, un portal fundado por Assange que sacó a la luz casos de corrupción y violación de Derechos Humanos por parte de Estados Unidos y países europeos. En redes sociales ya circulaban los videos del arresto, y decidí centrarme particularmente en un video de su cuenta de twitter señor presidente, donde revelaba sus “justificaciones”, o debería decir: pretextos, al mundo entero. Por ello, es que me gustaría tocar puntos importantes de su “discurso”, e ir destapando las mentiras con las que busca salirse con la suya.

Inicia su video comentando que “Ecuador, es un país generoso y de brazos abiertos, el nuestro es un gobierno respetuoso de los principios del derecho internacional, entre ellos la institución del asilo. El concederlo o retirarlo es facultad soberana del Estado ecuatoriano”. No puede estar más equivocado. ¿Brazos abiertos es tomar la decisión anticonstitucional de poner trabas en el acceso a las fronteras violentando así toda la sección tercera de la Constitución de Ecuador donde trata explícitamente de la Movilidad Humana? Dice que respeta los principios del derecho internacional, pues, tengo que admitir que con aquello ha podido sacar una carcajada en muchas personas, incluyéndome, pero no señor Moreno, usted está desacatando los pedidos de las Naciones Unidas: opinión 54 de 2015, Grupo de trabajo de detenciones arbitrarias de las Naciones Unidas que pedían garantías para Assange; Opinión OC 25 2019 de la corte interamericana de los DDHH; resolución MC54-19 de la comisión interamericana de los DDHH. Con esto demuestra que no solo está violentando el derecho internacional, sino que lo está destrozando. ¿Sabe lo que está demostrando a su pueblo y a la comunidad internacional? Pues la clara sumisión de su gobierno ante los Estados Unidos y sus peticiones, que más que eso son exigencias dirigidas a un país que, bajo su mandato, ha perdido nuevamente su soberanía.

“La conducta irrespetuosa y agresiva del señor Julian Assange, las declaraciones descorteces y amenazantes de su organización aliada en contra del Ecuador y sobre todo la trasgresión de los convenios internacionales, han llevado a la situación […] en que el asilo del señor Assange es insostenible e inviable”. Su capacidad de adornar las palabras es increíble; pero no señor presidente, no ha amenazado al país, ha amenazado su libertad, sus intereses y su estancia en Carondelet. Recuerdo que hace unos días, el portal Wikileaks dio a conocer a nivel mundial el tremendo caso de corrupción en el que está envuelto usted y la familia presidencial, mostrando su cuenta Offshore que descaradamente confirmó su existencia y la pertenencia a su hermano alegando que él está en su derecho porque no es un servidor público y que era solo para pagar una deuda. La pregunta que surge aquí es ¿Cuál era el monto de esa deuda para tener que crear una empresa y así poder pagar? Tal vez no era para pagar una deuda, sino era para recibir los “agradecimientos” de sus amigos; de igual manera, esto explique el departamento en el mediterráneo, los muebles antiguos, bolsos de miles de dólares, vajillas carísimas. ¿Acaso rescindir del asilo esconde su sed de venganza? Porque por más que sus estudiosos intenten justificar este caso, no encuentran algo realmente legal o siquiera legítimo para respaldarlo.

“La paciencia del Ecuador, ha llegado a su límite” Efectivamente señor presidente, el Ecuador entero ya no tolera más sus acciones injustificadas. “Instaló equipos electrónicos de distorsión[…] bloqueó las cámaras de seguridad […], ha agredido y maltratado a guardias […], ha accedido sin permiso a archivos de seguridad de la embajada[…] y rechaza la conexión de internet de la embajada[…] posee un teléfono móvil con el que se comunica con el exterior”. ¿Realmente usted creyó por un segundo que la ciudadanía iba a creer este pseudodiscurso acerca de que, a pesar de negarle el internet, cosa que su gobierno mismo lo dijo, o tener comunicación con el exterior instala equipos que no posee, accede a archivos de la embajada que constantemente está bajo resguardo por la preponderancia de los mismos y va por la embajada golpeando guardias? Por lo menos acepte este consejo y, consígase buenos asesores, porque los que tiene parece que están con Correa porque lo hacen quedar muy mal.

Quedan más temas que tratar, como el de permitir que la soberanía nacional se ultraje con el ingreso de la policía británica a la embajada para arrestarlo, el que le quitara sus derechos a pesar de ser ciudadano ecuatoriano, ignorar la petición del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos que solicitaban un debido proceso ya que hasta ellos saben de las graves consecuencias que tendrá este arresto. Lo que más impacta es que hay gente, y entre ellos “académicos”, que defienden la decisión de usted señor presidente; ante ello solo tengo que recalcar, aunque suene redundante, que quien defiende la decisión de Lenin Moreno con el argumento estulto y pueril de la «ilegalidad» de la obtención de la información de los Wikileaks, realmente está en contra de la verdad, la justicia, y con sigo, en contra de la transparencia y la democracia. Este es un enorme atropello a los DDHH, al derecho internacional, a resoluciones, en fin. Resguardar y defender la verdad es nuestra obligación, no importa qué ideología se tenga. Como ecuatoriano, como joven, es una vergüenza ver que tenemos un gobierno vendido y sumiso que permite la entrada de la policía británica a nuestra embajada para capturar a un asilado y a un ciudadano ecuatoriano… ¡ATROZ! A usted señor presidente, no le interesa la justicia, a usted le duele que hayan divulgado sus graves actos de corrupción y esta es su forma de venganza.